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Esta boca espera tu beso profundo...
Tus ojos brillaban con el resplandor de la luna.
Y el amanecer nos invitaba a encontrarnos,
ambos cuerpos, ya saciados del deseo de amar.
Tu voz fue el instrumento
para que de mi boca
brotarán flores violetas y celestes.
Jugamos a encontrarnos,
a desearnos,
a beber de fruto de la vid que nos esperaba.
Decidimos enloquecer,
olvidarnos de las estructuras que nos ataban,
de las incomodas vestiduras...
Decidimos probar aquello que no podía ser imaginado,
cruzamos la frontera de lo deseable,de lo prohibido.

20 de enero 2010