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Mostrando entradas de 2014
Te soñé tan cerquita mío, susurrándome sueños de épocas de antaño, donde volábamos hacia carnavales llenos de espuma. Nos volvimos viajeros del pasado cercano, re- haciéndonos entre nuestros versos y canciones. Te soñé susurrándome anhelos y alegrías de momentos que están por venir, de un mate mañanero y la frescura de tu cantar.
Déjame llevarte hacia otra realidad, donde nosotros no seamos esos dos, desposeídos de todo amor, de toda calma. Déjame llevarte hacia sueños, lejanos de éste tiempo, donde tu cuerpo sea inacabable, alcanzable, deseable, donde sonreírte sea lo constante. Donde tu brisa llena de callecitas de acequias te cubran el alma. Déjame que te envuelva en estos revolucionarios tiempos, donde todo se olvida y tu mirada se hace recurrente, donde sentirte es tan nítido, tan habitual en mí.
Recojo pedacitos de mí como un rompe cabezas inconcluso, fichas que no encajan en el hoy. Escenas pasadas que regresan fugaz e inoportunamente, en el desayuno, en la estrofa de una canción, en los abrazos olvidados atrás de la puerta. Palabras intactas que se suicidan apenas salen de mi boca y caen lentamente contra el piso sin poder sostenerse, sin poder agarrarse de las manitos y morir juntas. Desesperados abrazos que buscan encontrar en otros brazos la ausencia de vos.
Palabras secas de otoños. Al contrario, tu lugar, quedó desierto, quedó vacío entre tanto tiempo. Nada volvió a tener tu color, tu aroma. Desde aquel pasado del tiempo, todo se tornó color sepia hacia un amarillento como adquieren algunas fotos que no se miran. Tus palabras fueron un eco de aquel otoño de los desahuciados. A partir de ese punto, ya no hubo puntos suspensivos, un " ya vuelvo",o quizás, ¿Te espero con unos mates? Sino que ese punto se eternizó, y todo lo vivido después, giró en torno a ese instante, a ese lugar que ya no era para nosotros.
No quiero que mis palabras te rocen la piel sino que mis versos jueguen en tu boca, que se impregnen despacito por tus poros, pasando por tus manos,  y subiendo lentamente por tu cuerpo infinito.  No quiero que mis versos lleguen a tus inviernos somnolientos a la pesadez del verano donde tu cuerpo transpira el néctar del éxtasis. No quiero que mis poesías pasen a ocupar un lugar recóndito de tu selecta memoria fugaz donde allí todo se vuelve un instante, donde allí no hay lugar para mí. No quiero que los versos de los poetas sean olvidados por tu increíble capacidad de permanecer inmóvil ante la vorágine de la ciudad. Ante la vorágine del que ejerce el poder y que nos subsume en la cotidianidad donde la violencia es lo que prolifera de sus bocas cargadas de fuego.

Después de un año

Después de un año,  dejé de ver películas, de sentirme en un mundo de ficción. Después de un año, preferí el té antes que los mates amargos de otoño. Después de un año, pensé que buscarte en mis sueños sería tan recurrente, tan verosímil. Después de un año, recorrí tantos kilómetros, pensando que iba a encontrarte entre tanta gente, entre tantas palabras. Después de un año, creí que aparecerías, de repente, y quisieras recuperar los trescientossesentaycinco días perdidos y abrirías aquellos cerrojos que el desuso y el destiempo del tiempo habían oxidado. 16 de Abril de 2014.
Quizás el olvido jugaba lentamente, se asomaba despacito por la ventana al amanecer, y hacía que poco a poco aquel intenso dolor desapareciera. Quizás el olvido, se asomaba entre los días domingos, no recordaba sus manos, pequeños dedos de niño dormido. Quizás el olvido, se asomaba en nuevos besos- sin amor- se asomaba en otros brazos, buscando los suyos que estaban tan lejanos de ella. 14 de Febrero de 2014
Por allí va persiguiendo constelaciones, contando sueños para volverlos a sentir. Camina, sin prisa, dejándose llevar por el viento. Va con su bicicleta, surcando la pacha, curando sus penas con melodías viajeras, con leyendas perdidas entre tanta inmensidad. Recorre, siente, vive, solo precisa un mate, su fiel compañía, un lápiz y papel para emprender la magia. 26 de Febrero de 2014
Un verso de Spinetta, un montón de apuntes apilados, una extraña forma de sentirnos, de acercarnos. Una nueva forma de prosa, prosa con rimas de versos ausentes, que luego llenan esta ausencia, con rostros de vos, con sueños de vos. Un verso de Spinetta y una increíble sensación de mojarse los pies a la luna. Él también se cansó de este sol, y cuando se cansa de tanto querer viene a escribirle a la luna. Y cuando se cansa de tanto querer, va corriendo hacia la puna, con sus versos de cerros, de niños apunados en el sol de Humahuaca. 1 de Febrero de 2014