Y no hay papel fijo, para escribirte,
papel de actor.
Y no pasa nada, pero pasa todo.
Tu mirada, tan imponente.
Tus ojos, como olvidarlos.
Otra vez la sociología y
vos al medio.
Tu lugar, tu espacio,
y ella.
Ella que te domina,
ella que si sólo la tuvieras al frente,
mirándola a los ojos
y te diera las respuestas que querés.
La lluvia, fiel compañera de nuestras charlas.
¿Cómo llueve en Budapest?
Y te acompaña y te cuida.
Pasa algo y pasa todo,
todo pasa, todo pasa,
pasan mis ojos tristes,
ante tu mirada.
Tu mirada triste
y tus palabras,
confesándome tus miedos.
Tu voz revolotea en mi mente,
crea y juega,
juega y destruye.
Tus labios rojos,
rojos, pequeños.
Tus besos frescos,
tus besos cortos, dulces.
Tus manos secas por el sol,
tus manos que crean, recrean.
Tus mujeres, tu mujer,
ella, ella lo sabe todo,
y no sabe nada.
No quiero caer,
sólo te miraba,
para pedirte un abrazo,
algo que me transportara a otro lugar...
Tu lugar, como el mío,
así, pequeño, como caben dos nueces en tu mano.
Y tus dedos, se entrelazan con los míos.
Y tus besos, se entrelazan con los míos.
Tus besos perduran en el aire.
Tus palabras perduran en mi mente
y yo no perduro en vos.
No perduro, no te preocupes por mí,
no te preocupes.
Tan sencillo, me lo imaginé así,
miraba, te miraba,
tu lugar, tu espacio,
tu cama, tu espacio,
tu cuerpo rozándome,
por agarrarte de los dedos,
de las yemas.
Pensé en vos.
Libros sobre la mesa.
Política y revolución.
Y a lo mejor es tarde,
es tarde para volver a jugar,
es de noche, la luna brilla.
Y el juego no acabó,
no hay ganas de jugar, juegos de grandes.
Te espero,
te espero todo el tiempo,
espero sentirte en mi piel,
en mi piel.
A veces la memoria
nos borra momentos,
nos juega una mala pasada.
Está jugando,
juega y no se detiene.
27 de Noviembre 2009