Sentía que era primavera,
Una vez mas escribiendo,
Una vez más, de manera diferente,
Amando,sintiendo con pasión:
Su alma, su corazón, su cuerpo, con todos los sentidos…
Sentía que era primavera,
Sentía que era primavera,
esta vez, las risas, los encuentros se entregaban.
Esta vez se olía en el aire, en el viento
a rebelión, a organización asamblearia,
otra vez, compañeros, juzgaban nuestra forma
de ver,percibir,sentir,pensar, nuestra política.
En las calles había flores, por todos lados.
Mis ojos lloraban, no de tristeza, sino de una inmensa
e inexplicable felicidad,paz,tranquilidad…
Aunque en el cotidiano las barricadas se anunciaban,
en los sueños se rompía, se desvanecía, lloraba por dentro.
Sentía que era primavera,
Sentía que era primavera,
distinta, un poco de años encima,
un poco de la misma y empecinada rebeldía
que corre por mi sangre,
que no deja de percibirse.
Que no se aleja de mí.
Que se ve en sus ojos,
en su piel, en su manera tan natural
y pura de hacerme el amor.
En su manera de pelear, de luchar.
Si, se ve en sus ojos, en los míos, este encuentro,
que pasa velozmente, pero que permanece en mi alma.
Primavera, “revolución hormonal”, ¿grupo que excluye?
Palabras y más palabras que intentan debilitarnos, rendirnos…
Contradictorio, ruptura, ya no somos los mismos.
No somos los mismos, porque hubo un proceso,
algo que nos unió pero que inevitablemente
hoy nos encuentra distanciados.
El amor y la política,
Ambos hoy me permiten seguir viviendo,
que mi vida tenga un sentido, un significado…
Poder ver y traspasar su alma,
sus ojos son calma, son una inexplicable sensación
en todo mi cuerpo, sus ojos brillan
con cada caricia que le doy.
Y me pierdo en cada beso, en cada caricia, en su perfume
de la tarde, en su risa.
¿Y sus palabras? Distintas en cada verso, en cada oración,
todas de manera diferente, pero a la vez tan intensas,
tan llenas de sentimientos que nos habitan, que nos hacen uno.
Primavera, nos encuentra unidos.
Nos encuentra, otra vez, en la noche,
con ganas de hacerte el amor,
con ganas que de alguna vez por todas
demos batalla, pongamos el cuerpo en la lucha.
Primavera, quizás, con la utopía que mañana
nos despertemos y veamos que el mundo
que soñamos tiene colores diferentes,
y que siempre nos encuentre unidos.