Estoy acribillado entre la esquina de las calles San Juan y
Entre Ríos, deseando que alguien recoja mi alma y esos versos que llevo en el maletín.
Se escuchan disparos y yazgo en el suelo, caigo lentamente y ese intrépido no permite que saque la pastilla de cianuro. Si, como usted lee, la pastilla de cianuro, aquella que nos da la libertad, de nosotros mismos, de elegir hasta donde vivir.[1]
Camino apresurado, me escabullo entre la multitud,
Se escuchan disparos y yazgo en el suelo, caigo lentamente y ese intrépido no permite que saque la pastilla de cianuro. Si, como usted lee, la pastilla de cianuro, aquella que nos da la libertad, de nosotros mismos, de elegir hasta donde vivir.[1]
Camino apresurado, me escabullo entre la multitud,
nadie sospecha de mi.
Nombre: Norberto Pedro Freyre.
Edad: 50 años.
Profesión: Periodista, ensayista, escritor.
Tengo una misión que cumplir este 25 de marzo,
Tengo una misión que cumplir este 25 de marzo,
Estoy acribillado en el barrio de Constitución y una patota me levanta malherido. No logro reaccionar, sólo pienso en mi misión, que llegue la carta a la cúpula militar. Y un recuerdo me invade, es su rostro, el rostro de ella, de Hilda, el nombre de guerra que habías elegido.
Tu vida querida Vicky, pasa ante mis ojos, como una película conocida. Tu muerte nos dignifica. Siempre recordaré tu risa, aquella risa minutos antes de agarrar la metralleta. Aquella que nunca supiste tirar, aunque supiera de tus clases de instrucción. Elegiste vivir para otros, y en esos otros, también por mí...
[1] Según datos recabados, contaba con un arma de puño, 22 mm. Se desconoce si portaba pastilla de cianuro al momento del asesinato.