El teclado ya no conoce palabras para tanta soledad.
Acá me tenes,
con este corazón empecinado
y que tiene tan poco de rebelde.
Acá me tenes,
con tanta desesperanza,
con una derrota constante.
Acá me tenes,
acribillada,
con el alma por ahí,
buscando otros versos.
Acá me tenes,
con las palabras hechas cenizas
y mis manos
que no paran de escribirte.
Acá me tenes,
con estas viejas palabras
reconvertidas en nuevos versos.
Acá me tenes,
te pienso,
te transformo,
te sueño,
te descubro,
en cada frase,
en cada canción.