Después de un año, dejé de ver películas, de sentirme en un mundo de ficción. Después de un año, preferí el té antes que los mates amargos de otoño. Después de un año, pensé que buscarte en mis sueños sería tan recurrente, tan verosímil. Después de un año, recorrí tantos kilómetros, pensando que iba a encontrarte entre tanta gente, entre tantas palabras. Después de un año, creí que aparecerías, de repente, y quisieras recuperar los trescientossesentaycinco días perdidos y abrirías aquellos cerrojos que el desuso y el destiempo del tiempo habían oxidado. 16 de Abril de 2014.