No quiero que nuestro amor, sea lo cotidiano, sea lo común. No quiero que nuestro amor, este basado en lo cotidiano, en la rutina. Quiero que me sorprenda. Quiero incendiarme de amor, que me queme el alma de felicidad. No quiero que nuestro amor, se base en otros tiempos, en el tiempo del capital. No quiero que se base en el mercado, en la reproducción de la fuerza de trabajo. No quiero que se base en los estándares impuestos. No quiero que se rija por leyes temporales y espaciales. No quiero que lo rija el maldito capitalismo, que sumerge a la gente, que entristece mi alma. No quiero encontrarte en los lugares comunes, porque nuestro amor, no es común. No es lo mismo a lo conocido. No quiero que el tiempo, sea el motor de nuestro amor. Por favor, una plegaria para el niño dormido. Una plegaria para que el capitalismo, no canse a los cuerpos, no canse los corazones abatidos 1 de Julio de 2012